¿Generan los entornos las distintas personalidades, o son las personalidades las que interfieren a la hora de generar un cierto modo de vida?
Con esta pregunta-reflexión finaliza el interesante artículo con el que la alumna de filosofía, Sofía Martín Agüero (4º ESO C), ha querido compartir con nosotros la experiencia que le ha supuesto asistir a esta "actividad diferente".
Este es su artículo:
MÁS QUE UNA PELÍCULA
El pasado 15 de febrero los alumnos de bachillerato y
de 4ºESO que estudiamos filosofía acudimos a una actividad poco común a las que
solemos realizar. Consistía en ir a los cines Zoco de Majadahonda y ver la
película “Entre lobos”. A continuación tendríamos la oportunidad de conocer al
protagonista en persona, que había pasado gran parte de su vida conviviendo con
lobos, Marcos Rodríguez.
Para comenzar, la película nos sorprendió a todos. Pudimos conocer cómo era la vida de Marcos antes de vivir en la “selva”, como él la llamaba, y la evolución de su amistad con los animales, en concreto con los lobos. Nos remontamos a sus años de infancia y el ambiente en el que se crió.
Además, había tenido problemas al reinsertarse en la
sociedad y había recibido un mal trato por parte de los humanos. Debido a todo
esto, pensábamos que sería una persona introvertida, huraña e incluso algo
retraída. Sin embargo, no fue así.
Para nuestra sorpresa se trataba de una persona muy
alegre y dispuesta a contarnos con detalle todo lo que quisiéramos saber.
La conferencia comenzó con Gerardo Olivares comentando
brevemente su experiencia durante el rodaje de la película y su genuina relación con Marcos. Cuando
llegó el turno de éste, comenzó ganándose nuestra atención con algún comentario
chistoso, y poco a poco nos atrajo con su simpatía desbordante.
Es fascinante como alguien que ha pasado por esa
situación es capaz de ver la vida de la
forma que lo hace él.
El hecho de que
su realidad se nos impusiera de esa manera, sin un intermediario, nos impactó
enormemente. Pudimos sentir su historia más cercana, y es algo que nos puso los
pelos de punta.
Todos observamos que era muy próximo a nosotros, pues
nos apeaba continuamente. Tal vez fuera porque fue en ese momento de su vida,
al inicio de su juventud, cuando fue dejado con los lobos, y nunca pudo
terminarla.
Por supuesto, aprendimos a valorar lo que tenemos,
pero nos demostró que es posible sentirse querido sin humanos, y que tal vez no
haya un estilo de vida correcto ni otro incorrecto, sino que depende de
nuestras circunstancias.
Fue una experiencia única que nos hizo reflexionar, ya
que creíamos que Marcos iba a ser completamente diferente. Pero, ¿generan los
entornos las distintas personalidades, o
son las personalidades las que interfieren a la hora de generar un cierto modo
de vida?
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